Un
mundillo inquietante merodea
infiltrado
en los poros de tu piel,
a
la espera del ávido tropel
que
invada, silencioso, la marea.
.
Y
una voz preventiva rumorea,
con
alegre y airoso cascabel,
que
es muy fácil aislarlo de la miel
controlando
al reptil que la rodea.
.
Percibe
entre tus senos el latido
que
palpas con las yemas de los dedos
y
ahuyentarás la sombra del tumor.
.
Y,
si sientes un pálpito dormido,
olvida
las metástasis y miedos,
que
el tiempo juega siempre a tu favor.
.
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