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Parpadeó la noche su
extrañeza
despertando al beodo
de algún sueño.
La luna,
entreverada, frunció el ceño
del prójimo, ido y ebrio
de cerveza.
.
Entre cristales
rotos y tristeza,
deambula, al socaire
navideño,
un ulular de
lágrimas; empeño
improductivo, escaso
de tibieza.
.
La alegría se nubla
ante el dolor
de un mundo que naufraga
en la desgracia
entre alambres
hirientes e imposturas.
.
Un mundo que se
escuda en el amor,
y, con voces xenófobas
y audacia,
oculta el
sufrimiento y las torturas.
.
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