Percibo mi
caminar
mientras contemplo
el camino,
y siento el
soplo divino
en su eterno
palpitar.
Me predispongo a
volar
aupada por esta
noria
que mi
arrebatada euforia
me susurra
conmovida,
y me rindo,
convencida,
de hallarme casi
en la gloria.
.
La cuestión no
es caminar
tratando de
atisbar lejos,
sino de amar
hasta viejos
sin dejar nunca
de andar.
Gozar, sentir, admirar
lo que nos
muestra el camino,
como cualquier
peregrino
que goza durante
el viaje
la belleza del
paisaje,
dejando afuera el
destino.
.
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