Un
pianista escapando del horror,
del
horror truculento y despiadado;
y un
piano que deslumbra, iluminado:
¡la
música domando al opresor!
.
Detonante
fatídico, el fascismo.
Los
nazis invadiendo las ciudades:
sufrimientos,
torturas, soledades,
y
una cruenta embestida de racismo.
.
La
venganza fanática claudica
ante
el suave rumor de una cadencia,
melodía
adornada de excelencia,
que
desarma, cautiva, tonifica.
.
La música
es un arma turbadora
que nos mata de amor a cualquier hora.
.
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