lunes, 13 de enero de 2014

SONETO: AL ESCRITOR

Intuí pasadizos de ternura
en ese decir tuyo insuperable,
con un río de pasión tan deseable
que penetré al instante en su factura.

Navegué por tus letras con usura
en mi barca de remos inestable,
y me hundí en un abismo inexorable
acabando empapada de frescura.

Desde entonces convivo con el vértigo,
sin freno, ni bujías, ni gobierno,
de ser tu fiel lectora y tu testigo.

Y resuelvo conmigo que es contigo
con quien quiero encontrarme en el infierno,

que es el único afán que ya persigo.

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