Sentí
un “abracadabra” sobre mí:
un
revuelo en el mundo neuronal,
otro
tanto en las ondas carmesí,
y heme,
al fin, tras la cábala genial.
.
No es
difícil decir lo que ya digo
sin
observar que ensancha tu cerebro.
Me
convertí en Merlín, el mago amigo,
y
en estas pocas letras me vertebro.
.
A
ti, y a ti, y a ti, y al que lo quiera,
sugiero
la poción de un aliciente
que
rompa las cadenas de la mente
y vuele
más allá de su frontera.
.
Y dado
que pensar os da galbana,
con
la varita os abro una ventana.
.
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