Para mi querida poeta,
Inés Medina
.
La palabra
.
La palabra es
autónoma, embustera,
puede endulzarte el
alma en un instante
y, al instante
siguiente, ser grosera
por una algarabía irrelevante.
.
La palabra es promiscua,
caprichosa,
desfila itinerante
entre los versos
buscando ser la
estrella, o ser la diosa,
en un mundo de pálpitos
diversos.
.
A veces, muchas veces,
indiscreta,
la palabra desfila del
revés,
confundiendo al lector
y a algún poeta.
Y yo quiero decirte,
dulce Inés,
.
que aguardaré
expectante cada día,
ansiosa por leer tu
poesía.
.
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