sábado, 29 de diciembre de 2012

Insomnio


En penumbra y a las puertas del umbral del sueño, resisten desmayados los párpados, entre destellos de púrpura y de plata.
Poemas apenas esbozados se permiten un baile irreverente, iluminados fugazmente por la luna. Aparece de súbito el desvelo y se inicia con celo la función.
Voces invadiendo el escenario con violencia de sicario. Huyendo del encierro y del horario. Recuerdos adobados, furtivos, atropellados.
Actores mediocres se entrecruzan en una tela de araña incongruente, hilvanando ideas y mendigando engaños. Palabras deslavazadas, mudas y esperpénticas. Desvinculadas del mundo y de la nada.
Palabras noctámbulas que rebañan el tiempo hasta asfixiarlo, arrastrando su desgana hasta el crepúsculo

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Miedos


Miedos que trasgreden la memoria. Que perduran porfiados, anquilosados por costumbres y consensos.
Que te dejan encogida y sin aliento como el gélido abrazo del invierno. Miedos añejos y curtidos de penas y de años.
Miedos que oprimen y que vejan. Que agarrotan con saña los sentidos; que retuercen el juicio y la cordura. Miedos desorbitados, inmensos, voraces.
Miedo al hambre y al hombre, engendrado de aflicciones, torturas y traiciones.
¡Miedos desmayados, sometidos, transigidos!.
Son tantos y tantos miedos, que el pensamiento se asfixia y se colapsa. Y huye acobardado hacia los otros, hacia los frívolos, los aparentes. Hacia miedos teñidos de locura; miedos vertiginosos que se mecen altivos sobre las cuerdas.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Tristeza


Parapetada la tristeza entre neuronas, se refugia en la trastienda de los párpados y se esconde atrevida tras los labios, sitiando en una celda a la alegría.

Embutida en tiranía, la tristeza invade implacable mi cerebro. En silencio. Como la avanzadilla que sigilosamente asalta a la gente de una aldea.

Taladra inexorablemente una vía tras otra de mi mente, anegando la conciencia de melancolía. Como el mar cuando desliza su lengua de agua sobre la arena.

Y culmina sus efectos, desbordando de lágrimas mi rostro y arrasando con todo lo que pillan. Dejándome maltrecha y malherida. Pero fresca y radiante hasta la próxima.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Dudas


Las dudas se atragantan de más dudas. Dudas elásticas, cimbreadas de cuentos contrariados y verdades apoyadas con muletas.

Son tantas las ofertas de respuesta que saturan la demanda de las dudas, que surge la empatía con el fraude, con lo fútil, con la mentira y lo inútil.

Pues la duda, en su infinita paciencia, va desprovista de celo y de armadura, viviendo dignamente en la indigencia.

Deambulo vacilante por la vida, horadando paredes de artificio y apartando mamparas de deshechos.

Y, sin dudarlo, concedo al mundo el beneficio de la duda, pues no hay mayor argumento que una duda dirimida por el tiempo. 

domingo, 9 de diciembre de 2012

Amor…


Disfrutar de soledades y expresar emociones de otros tiempos, es sin duda una osadía y una gran temeridad, pues el amor se engalana con la complicidad.

Mas… fueron muchos los versos que arrullaron mi conciencia para olvidar el recuerdo. Para acallar el murmullo que por dentro la sangre  ya propagó.

El amor no se extravía, permanece acurrucado en la memoria, entre engarces de besos y de encajes. Entre prosas henchidas de latidos. Entre lágrimas y suspiros.

Porque amar es temblor de lo inefable; es impregnarte por dentro de locura; es transformar el aire en melodía; es hormigueo; es el pellizco de verla o de verlo.

martes, 4 de diciembre de 2012

Ingenio


Son ya cuatro los asaltos y cien vueltas casi dadas, pero mi atribulado cerebro no quiere soltar amarras. Me disperso entre conceptos, entre dudas y entre escarchas.

¿El ingenio es raciocinio?, ¿es un don?, ¿es experiencia?, ¿es talento o tal vez inteligencia?.

Entre sombras busco a tientas, rebotando las preguntas contra paredes inciertas.

Las neuronas no discurren, se amotinan, se revuelven. Y comienzo a arrepentirme buscando una escapatoria, un efugio, otra historia.

¿Pues acaso alguno sabe el pedigrí del ingenio?

Y deduzco que se trata de una chispa, de un aliento, del suspiro de una mente apasionada, de un instante creativo, de una gracia.

Cuando a veces me lo encuentro, en mi avidez por lo bello, me produce un sobresalto, pues el ingenio seduce, te cautiva y te enamora.